LA CAIDA DEL MURO DE BERLIN Y EL 11-S: DOS HECHOS QUE MARCARON LA ACTUAL CRISIS SISTEMICA.


 


Hay dos hechos que tienen una importancia crucial para entender la crisis actual: la caída del muro de Berlín y los atentados del 11-S.
Desde  la caída del muro de Berlín, donde el mercado se postula como más eficiente que la economía planificada, comienza a gestarse la actual crisis. El adorar al mercado por encima de todo, el pensar que el mercado se autorregula y que el precio que por ejemplo se daba en la vivienda era el adecuado porque así lo establecía la oferta y la demanda nos llevó a la burbuja inmobiliaria y ésta a su vez al excesivo endeudamiento y a la posterior crisis bancaria. Más tarde se sumó la crisis de deuda de los estados que habían crecido a través de la recaudación de los impuestos que gravaban la actividad inmobiliaria. 

Por otro lado, a raíz de los atentados de las Torres Gemelas en 2001 y ante la situación de falta de estímulos a la economía se produce la bajada de tipos de interés y las hipotecas a 20 y 30 años. Esta política financiera de los principales bancos centrales del mundo produjo un estímulo de la economía importante, a la vez que un excesivo endeudamiento de los agentes económicos, familias y empresas. Cuando empiezan a destaparse las hipotecas basuras, con su mayor exponente en la quiebra de Lehman Brothers, la burbuja estalla, poniéndose  de manifiesto lo erróneo de la política practicada. Habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades en base a crédito, pero no en base a crecimiento real de la economía, es decir, burbuja especulativa o financiera.

El daño causado al sistema financiero español es enorme, de ahí la necesidad de recomponerlo mediante las oportunas ayudas europeas y la restructuración del sector mediante fusiones, reducciones de oficinas, reducciones de plantilla, etc. Lo que se persigue es que las entidades financieras vuelvan a prestar a los agentes económicos y que lo hagan en proyectos viables. En la actualidad, las entidades financieras españolas recogen el dinero que les presta el BCE o los depositantes al 0,5 ó al 1% y compran deuda del estado que éste les paga al 4 ó al 5%, negocio redondo y sin riesgo aparente. El estado ha tenido que subir la presión fiscal para financiarse a la vez que acude a los mercados financieros en una situación de tremenda necesidad. De ahí la necesidad de que el estado se gestione adecuadamente, de que no sea un lastre para la economía real. Si no se hacen las oportunas restructuraciones en el modelo territorial y se sanean las cuentas públicas esta situación no va a revertir. En estos momentos el estado no social, es decir, menos sanidad y servicios sociales, todo lo demás debe de sanearse, de no hacerlo semejante lastre terminará por hundir el barco de la economía real. Los bancos comprando deuda del estado en lugar de prestar a las empresas y familias en proyectos viables repito y el estado subiendo la presión fiscal a limites insostenibles, con estos mimbres no saldremos de la crisis.




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